Este blog es para compartir todo los contenidos del diplomado para profesionales no licenciados que se desarrolla en la Universidad del Magdalena.
miércoles, 29 de junio de 2011
Escrito sobre los siete saberes de la educación
Por: Isabel Latorre Suárez
Es importante que nosotros como docentes estemos preparados para enseñar a niños de hoy y formarlos para que sean hombres de bien y aporten a la sociedad en un futuro, para ello debemos tener en cuenta algunos aspectos que pueden interferir y/o aportar en el proceso enseñanza-aprendizaje, estos aspectos son llamados por Edgar Morin los siete saberes necesarios para la educación.
El primero de estos saberes es llamado “cegueras del conocimiento: el error y la ilusión” y hace referencia a que no hay una verdad absoluta, las ideas cambian, evolucionan, se transforman, por eso hay que tener la mente abierta y tener siempre la capacidad de asombrarnos y de aprender cosas nuevas, las personas que creen que sus ideas son absolutas y únicas, no se abren a la posibilidad de adquirir dicha capacidad. Una de las cosas más importantes para el aprendizaje es estar siempre abiertos a aprender y adquirir nuevos conocimientos, el saber que no hay verdades absolutas, que las cosas cambian y las teorías se actualizan, hay que ser flexibles en ello para poder crecer cada día más como personas, como docentes y poder transmitir a nuestros estudiantes esa misma capacidad de ser críticos ante las ideas y planteamientos que encontramos en el mundo del saber.
El segundo saber se refiere a “los principios del conocimiento pertinente”, al respecto se plantea que el conocimiento para que sea pertinente debe tener en cuenta al ser humano como ser social, biológico, psicológico, afectivo y racional, es decir, un individuo que tiene múltiples aspectos y que éstos deben ser y estar integrados y no pueden separarse. No podemos tener al niño en el aula y no tener en cuenta el contexto en el que vive, su familia, su entorno, las personas con las que se relaciona, sus potencialidades, pero también sus limitaciones, así mismo hay que interrelacionar todas las áreas de conocimiento y enlazar cada una de ellas para que en el niño tenga sentido lo que está aprendiendo, de esta manera estaremos enseñando bajo el concepto de la integralidad, es decir, enseñar al estudiante a mirar el “todo”, a conocerse así mismo, al mundo, y a los otros.
Otro de los saberes es el de “enseñar la condición humana” esto quiere decir que debemos hacer conscientes a nuestros estudiantes que somos individuos únicos e irrepetibles, pero que hacemos parte de una sociedad que debemos respetar, igualmente saber trabajar en comunidad porque no estamos solos en este mundo, sino al contrario, necesitamos de los demás de un modo u otro para poder desarrollarnos. Ese es uno de los aspectos que debemos enseñar a nuestros estudiantes, el reconocerse como seres únicos que hacen parte de una sociedad en la cual hay que respetar las normas y leyes para tener una convivencia pacífica y equilibrada con los demás.
Por otro lado, el autor nos plantea un cuarto saber que es el de “la identidad terrenal” y hace referencia a la toma de conciencia de los cuidados que debemos tener con nuestro planeta, reconocer su importancia en nuestra vida y el devolverle a él, “algo” de lo mucho que nos ha dado. Lamentablemente durante muchos años los seres humanos hemos estado viviendo en este mundo, acabando con los recursos naturales, dañando La Tierra, contaminando el medio ambiente, vivimos en una sociedad consumista, no pensábamos o no teníamos conocimiento de que los recursos se acaban, que la tierra se “resiente” con todo ese despilfarro en que hemos vivido, por eso es necesario enseñarle a nuestros estudiantes, a las generaciones futuras, a que no cometan los mismos errores que hemos cometido hasta hoy. De ser personas responsables con el medio ambiente, que sepan y sean conscientes del daño que le hacemos a nuestro planeta, pero también de la manera cómo pueden aportar para mitigar y mejorar ese impacto negativo que hemos creado en él, a tener futuro ambiental, conciencia ambiental, y que esto no es problema de uno, ni de dos, o de pocos, sino de todos, de todos los seres humanos, porque todos compartimos una misma casa que es nuestro planeta LA TIERRA.
El quinto saber que el autor llama “enfrentar las incertidumbres”, y se refiere a que debemos aprender y enseñar a nuestros estudiantes a lidiar con la incertidumbre, a enfrentarla y no evadirla o negarla, ya que ésta nos permite experimentar y conocer nuevas cosas, si las personas viven temerosas de lo que les espera, no se atreven, no se aventuran y se pierden de enriquecer su vida, su pensamiento y sus experiencias.
El sexto saber es “enseñar la comprensión”, este concepto abarca mucho más allá del contexto escolar, de la comprensión de lo que se enseña en el aula, engloba también la comprensión del mundo, del otro. El autor nos invita a que enseñemos a nuestros estudiantes a que comprendan a sus semejantes, a que se pongan en el lugar del otro, a tolerar las diferencias para poder vivir en comunidad, una vez que comprendamos a los demás, se puede trabajar juntos para contribuir al mejoramiento de la sociedad.
Por último se nos presenta el séptimo saber “la ética del género humano”. Enseñar a nuestros estudiantes a tomar conciencia de sus actos, a que tengan autocontrol, a que actúen de acuerdo con las normas establecidas de forma autónoma, que aunque estén solos y nadie los esté viendo sean incapaces de cometer algún acto indebido por pura conciencia. Tomar conciencia de no hacerle daño al otro, de hacer lo que se debe, cuidando de nuestro planeta, la vida y la integridad.
El comienzo
Gracias Hernan.
El comienzo
lunes, 27 de junio de 2011
viernes, 24 de junio de 2011
martes, 21 de junio de 2011
lunes, 20 de junio de 2011
domingo, 19 de junio de 2011
FORMACIÓN DOCENTE
Sólo algunos docentes que deciden continuar formándose son los que tienen en cuenta las necesidades de la comunidad educativa y lo hacen porque de verdad quieren actualizarse y mejorar la calidad de la educación; aunque hay otros que lo hacen por interés de ascender en el escalafón para ganar unos pesos de más, sin darle mucha importancia a la aplicabilidad y uso que le pueden dar a lo que aprendieron.
De esta manera, nos encontramos con el dilema de si verdaderamente el maestro es un agente dinamizador o pasivo en el proceso de aprendizaje de sus estudiantes, pero la forma de averiguar sobre esto se encuentra yendo directamente al aula de clases, observando si su participación y la de sus alumnos son activas para convertirlos en personas competentes y capaces de generar preguntas y resolver dudas.
De esto último, dependerá el reconocimiento y aprecio que los alumnos muestren por su docente, quienes valorarán el conocimiento y dedicación que muestre el docente en el aula de clases.
ENSEÑANZA Y APRENDIZAJE, UN VERDADERO RETO
El arte de aprender y de enseñar, se tiene que ver desde el punto de vista humano, del contexto social, cultural e ideológico de cada educando, tal y como lo plantea el doctor Freire en su video. Este contexto debe ser el punto de partida en la educación porque es importante conocer la historia personal, familiar y social que rodea a cada estudiante, para así, comprenderlo en su totalidad y aceptarlo con sus virtudes y defectos, respetándolo y ayudándolo a superar los errores y miedos presentes en su diario vivir.
Por lo tanto, nuestra posición como docentes debe ser realista, trabajando con los elementos que rodean e identifican a cada estudiante en particular, ya que el contexto en el que el educando se desenvuelve influye en gran parte de su proceso de enseñanza-aprendizaje, siendo los padres, la comunidad y el maestro sus mejores orientadores en el proceso de desarrollo humano.
Además de lo anterior, como maestros, debemos ganarnos la confianza de nuestros estudiantes, para romper los silencios que hay en ellos y conocerlos a profundidad. Pero para esto, debemos buscar la mejor estrategia que nos lleve a una relación auténtica, en la que el estudiante se interese por lo que uno, como educador, le puede brindar en su proceso de aprendizaje.
En conclusión, debemos ser respetuosos con nuestros estudiantes, aprendiendo a comprender y aceptar sus sueños, y orientarlos con amor en el proceso de desaprender los errores para salir triunfantes en su proceso de aprendizaje.
MI PERFIL DOCENTE
Auténtica, profesional, poseedora de un conjunto de conocimientos, capacidades físicas, emocionales, sociales, intelectuales, morales, espirituales, éticas; con destrezas, valores y métodos que me permitan orientar al máximo las capacidades de los estudiantes y la comunidad, al enfrentarlos con situaciones que le encuentren aplicabilidad inmediata al conocimiento y apunten a la búsqueda de la verdad.
Encargada de crear y recrear un entorno de aprendizaje con sentido de igualdad y justicia, con condiciones afectivas y efectivas para un trabajo de gran calidad, donde el estudiante aprenda los conceptos específicos del saber en un marco de aspectos que repercuten favorablemente en su vida futura, ya sea individual o social, bajo condiciones de independencia, creatividad y valores.
Formadora de las nuevas generaciones, teniendo sabiduría, habilidades y actuaciones que me conviertan en modelo para mis estudiantes; poseedora de un pensamiento innovador y rico en ideas.
Preocupada por el aprendizaje continuo, capaz de manejar los saberes relacionados con las áreas del conocimiento, con habilidades de comunicación de manera verbal y escrita, reconociendo y usando significados, reglas, estructuras e intencionalidades.
viernes, 17 de junio de 2011
REFLEXION SOBRE EL VIDEO “LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN TREN”
Es entender siempre que el docente siempre tendrá el compromiso de enseñar, en todo momento y lugar. Además que de nuestro ejemplo se alimentan nuestros estudiantes. Que la forma de nuestro quehacer dejará siempre una huella en ellos.
PERFIL DE DOCENTE LICETH NIÑO
ACROSTICO GRUPAL
REFLEXION "LA DOCENCIA ES UN VIAJE EN TREN"
DOCENTE, ACROSTICO INDIVIDUAL
REFLEXIONES: LA EDUCACIÓN ES UN VIAJE EN TREN
La educación es como un viaje en tren ya que pagamos un pasaje, que la mayoría, mal que bien, hemos tenido que comprar; nos introducimos en un vagón y empezamos un recorrido en el que conocemos, lugares, personas, experiencias, anécdotas, dramas humanos e infinidad de realidades humanas.
El recorrido puede tornarse ameno, provechoso o también incómodo e indeseable, todo depende de las condiciones del tren, de su comodidad, de mi actitud, de mi nivel de participación, del tipo de personas que me acompañan, del destino al que me dirijo, de mis expectativas frente al mismo y del conductor.
En tal recorrido podemos encontrar diferentes tipos de personas: el alegre, humorístico, el hablador, el silencioso, el aburrido, el dormilón, entre otros y también distintos tipos de conductor: el cuidadoso, amable, solidario o el imprudente y mal educado.
Cada quien tiene una experiencia distinta de su viaje en el tren de la educación, pero ahora es labor nuestra conducirlo con bastantes personas en su interior que necesitan y esperan respuestas, motivaciones, herramientas, posibilidades para lograr lo que sueñan o aún más para construir sueños porque aún nadie les ha invitado a soñar.
Ojalá en nuestro tren nunca falte el amor, la alegría, la paz, los sueños, la creatividad, el juego, la broma, las sonrisas, la ternura, la escucha, el diálogo y la comprensión, así como muchos otros elementos que se hacen presentes y caracterizan a cada integrante del vagón. A medida que se avanza en el camino ingresan personas nuevas o se reinventan con la experiencia y es por tal razón que lo importante no son los elementos que llevemos en el bolsillo, sino la riqueza de cada mundo y del soñar con mundos posibles.
LA EDUCACIÓN: UN PROCESO CON SENTIDO ¿PARA QUIÉN? REFLEXIÓNES FRENTE A LOS PLANTEAMIENTO DE PAULO FREIRE
Cuando Freire hace énfasis en el contexto como punto de partida en la educación nos lleva a repensar en interrogantes como ¿qué estamos entendiendo por educación?, ¿qué tipo de educación estamos impartiendo? y aún más importante ¿qué tipo de ser humano estamos formando o buscamos formar?.
La cuestión es que si no repensamos la educación desde una mirada contextual, todo ese conocimiento que desplegamos en el aula puede carecer de significado para cada sujeto, puede estar tan desligado de sus necesidades, expectativas, condiciones y oportunidades que cualquier esfuerzo no tendrá sentido.
Es así que ciertas condiciones y aún más que eso, ciertas realidades bio-psico-sociales particulares influyen y afectan tanto el aprendizaje de un estudiante, que todo lo que se pretende enseñar en el aula puede resultar indiferente para él o ella y por tanto sus estructuras mentales movidas por el afecto colapsadas o ausentes.
Es por tal razón que el acto de enseñar y el acto de aprender no pueden desligarse o verse como dos acciones paulatinas, sino más bien como un solo proceso recurrente, entendiendo por recurrencia el acto mismo de desplegar mis realidades, relacionarlas con las del otro, quien a su vez las recoge, las empapa de su particularidad otorgándoles un significado propio y las comparte con otro, quien a su vez realiza el mismo proceso en una interacción multidireccional con miras a la construcción del conocimiento.
Es así que el educador debe idear estrategias para construir escenarios de aprendizaje en el que quepan por decirlo de alguna manera tantas realidades como estudiantes, sin desconocer la realidad misma del educador quien en su afán de enseñar y formar puede llegar a perder su propia identidad enmascarado en un deber ser. Es allí cuando Freire señala que la voz del maestro no tiene sentido sin la vos del estudiante y viceversa, ya que dicha interacción de enseñanza/ aprendizaje se caracteriza por la co- construcción del conocimiento, el cual se encuentra en la vida y cotidianidad misma.
Esta puede ser una forma de invitar al estudiante a romper su silencio, invitarlo a realizar ejercicios autorreflexivos, enseñarle a repensarse, a hablar de él mismo en articulación con cada contenido. Cuando hablamos del silencio cabe detenernos un momento y escuchar, escuchar ese mismo silencio que nos dice a gritos una realidad, es allí en donde surge la importancia de aprender a leer cada situación, cada acto, cada gesto y cada palabra en un contexto.
Acrostico docente
Orientar a cada niño en su vida
Con amor y respeto
Entregando lo mejor
No teniendo en cuanta las limitaciones de los estudiantes
Trabajando en sus capacidades y habilidades
Enseñando con alegria para un futuro mejor
LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN UN TREN
Saludos
LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN UN TREN
RELEXION HERNAN ZABARAIN
Dios nos ha enviado a este mundo a servir a nuestros semejantes, nos ha dado el mejor trabajo en el mundo, Es el viajar en el tren de la docencia, ese tren cuyos vagones están llenos de diversos elementos importantes para que la locomotora de la educación marche a un destino feliz.
Nuestro equipaje es el más liviano de todos, pero el más importante también, nuestra mente, con ella lograremos guiar a nuestros compañeros de viaje.
Así como las vías del tren, pueden llevarnos por distintos caminos, aquellos que escogimos, somos los docentes los compañeros de viaje de nuestros alumnos y compañeros de trabajo, con ellos compartimos todo y de ellos esperamos un hasta luego en el camino y felizmente añoramos un reencuentro postrero.
Esperemos que en nuestro destino final este nuestro padre celestial esperándonos, y nos reciba con un fuerte abrazo y nos diga:
“Bienvenido a casa hijo mío, buen trabajo”
REFLEXION LA DOCENCIA ES COMO VIAJE DE UN TREN
REFLEXION
LA DOCENCIA COMO UN VIAJE EN TREN
ZEUDY NUÑEZ MENDOZA
La escuela es un Vagón en donde encontramos alumnos rebeldes, extrovertidos, quizás deprimidos, en fin alumnos que necesitan de un buen maestro que lo guie a un buen destino. El ser Maestro trae consigo una responsabilidad grande sobre esas personas que tenemos a cargo, responsabilidad que tenemos frente a la sociedad pero sobre todo frente a Dios y es formar los seres que El creo, el ayudar a esos padres a modelar hombres de bien, el de valorar el mejor trabajo que nos ha dado, pero ¿estamos aportando para que su formación sea la mejor?, ¿realmente estamos dejando huellas en ellos?, o ¿estamos aportando solo conocimientos, y conocimientos como si ellos fueran una Jarra a la cual le echamos una taza de matemática, media taza de Ingles, 1/4 taza de naturales?, mientras no entendamos que ellos son más que eso, que nos preocupemos por su entorno, por lo que le sucede, no comprenderemos nunca lo que realmente significa “Ser docente”. Además lo más gratificante de esta profesión es cuando ellos visitan el tren para mostrarnos quienes llegaron a ser, cuánto hemos ayudado a que lo sean, y cuanto valoran haber viajado con nosotros. Entonces entenderemos que la docencia es el mejor viaje de todos.