viernes, 17 de junio de 2011

Reflexión - Planteamientos Paulo Freire

MI PAPEL COMO EDUCADOR
Por Isabel Latorre Suárez


El acto de aprender y el acto de enseñar en un proceso integral y continuo de adquirir y compartir conocimiento, en el que debe existir una reciprocidad del educando con el educador. Es integral porque hay que tener en cuenta todas las dimensiones del estudiante como individuo (cognitiva, afectiva, familiar, etc.), como ser humano que está inmerso en una sociedad, en una cultura y en un contexto, y quien es merecedor de respeto en todo el sentido de la palabra; así mismo, es continuo porque el proceso de enseñanza-aprendizaje debe trascender las fronteras de la escuela.

El educando como ser social recibe influencia del contexto en el que se desenvuelve, ya que la cultura en la que crece y se desarrolla como persona también lo va moldeando desde sus inicios, en la medida en que el niño acoge sus costumbres, sus normas, sus reglas , leyes y creencias que lo hace ser como es. Igualmente, para bien o para mal, el contexto político influye en el proceso de aprendizaje, ya que desde esta perspectiva se crean políticas de enseñanzas únicas que guían y determinan el proceso educativo en las escuelas.

No obstante, aunque la cultura tiene una influencia significativa en el aprendizaje de los estudiantes, nosotros como educadores también influimos de manera relevante en ese proceso, ya que somos responsables en gran medida de lo que los estudiantes llegarán a SER, cuando tomamos una posición de agentes de cambio: cambio de perspectivas, cambio de mentalidad, cambio de estilos de vida, en lo positivo; pero no imponiendo nuestros deseos, sino respetando lo que cada uno tiene y quiere (sus sueños, sus deseos, sus temores), sin olvidarnos o apartarnos de la realidad que vive el estudiante.

Así mismo, debemos conocer a nuestros estudiantes, entenderlos y respetar su individualidad, conocer sus debilidades, pero también sus fortalezas y sus potencialidades; en la medida en que los conozcamos nuestro trabajo como educadores estará encaminado, por un lado, a la integralidad que se busca en el proceso de aprendizaje y por el otro, estaremos rompiendo el silencio de los estudiantes en el aprendizaje.

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